Enseñarte sobre biomecánica a través de cursos presenciales
Enseñarte sobre biomecánica a través de la experiencia por retroalimentación de cada uno de tus pacientes
Ayudarte a mejorar las indicaciones de tratamiento integrales que brindas a tus pacientes
Brindarte modificar el estudio de biomecánica que ofrecemos de acuerdo con tus necesidades como médico en las indicaciones que das a tus pacientes
Apoyo por cualquiera de nuestros médicos especialistas
Participación en proyectos de investigación en los que hemos ido trabajando poco a poco, y que, con gusto, podemos irte compartiendo, pero no sólo eso, sino que, si estás interesado en investigación, estás invitado. Algo para lo que solicitamos participación, realmente activa, no sólo enviando pacientes, sino participando en las sesiones de investigación y contribuyendo con tus ideas.
Problemas de coordinación, se traduce en tropezones frecuentes, que puede afectar a niños e incluso adultos
Enfermedad venosa y linfática, porque la bomba muscular de la pantorrilla contribuye al retorno venoso, el cual inicia desde la descarga que ocurre en la aponeurosis plantar
Enfermedad arterial y pie diabético, en general heridas neurotróficas, porque previene lesiones atribuidas a alteraciones biomecánicas que condicionan puntos de presión y permiten el fácil desarrollo de lesiones con pérdida de la continuidad cutánea o ungueal
Trastornos osteomusculares, que difícilmente son aislados, normalmente se encuentran en conjunto, por lo que, es posible establecer perfiles mecánicos e incluyen:
Anormalidades en la posición y conformación de los arcos plantares, desde pie plano, arco alto, pseudoarco alto, colapso metatarsal, ortejos en garra, deformación ortejal en distintas formas, la más mencionada en punta de flecha, hallux valgus, quintus varus, ortejos en garra
Anormalidades en la posición y conformación de la articulación tibioastrágalocalcánea como talus valgus, colapso astragalino, talus varus, un poco de extra apoyo a otro tipo de talipes o deformaciones del tobillo
Anormalidades en la posición y conformación de la rodilla como genu valgus, genu varus, luxación rotuliana, genu recurvatum, o combinaciones
Anormalidades en la posición y conformación de la cadera como coxa vara, coxa valga, coxa profunda
Anormalidades en la posición y conformación del eje espino-pélvico-femoral como dismetría pélvica
Anormalidades en la posición y conformación espinal como escoliosis, rotoescoliosis, espondiloartrosis, síndrome facetario
Anormalidades en la posición y conformación del eje cérvico-escapulo-humeral como desnivel, rotación
Anormalidades en la posición y conformación espino-costo-condral
Anormalidades en la posición y conformación cérvico-temporo-mandibular como disfunción temporomandibular, bruxismo, tinnitus y vértigo cervical
Anormalidades musculares asociadas a las esqueléticas, que podemos compensar con plantillas, pero requieren realmente de rehabilitación y fisioterapia, que no se limita a el esqueleto axial, sino también a la rehabilitación bucal, por ejemplo
Anormalidades neurológicas secuelas de la disfunción musculoesquelética como Neuromas, como el de Morton o postraumáticos
Anormalidades en la longitud pélvica, en donde observamos en anisometrías compensaciones que trasladan el momento del movimiento articular a estructuras que en condiciones de marcha funcional, no recibirían, eso incluye la apertura en abducción del antepié de una de las piernas o ambas para compensar el acortamiento, lo que impide la distribución uniforme de las cargas plantares contra la superficie del suelo, generando apoyos anómalos y permitiendo la deformación tisular y músculo-ligamentaria que condiciona disfunción y atrofia, como por ejemplo, la exacerbación del movimiento en valgo o varo de la rodilla, la exacerbación del movimiento de rotación interna o externa de la cadera, la exacerbación o limitación de la ante o retroversión de la pelvis, un movimiento descoordinado de todas las estructuras que participan en el movimiento.
Anormalidades de la mecánica del movimiento durante la marcha, en donde se integra el movimiento en las fases de la marcha, analizando el movimiento individual, pero sobre todo en integración con el resto de las estructuras que participan y permiten el movimiento de locomoción que denominamos marcha, con la mayor eficiencia funcional, pero el menor consumo energético y, por lo tanto, metabólico, eso incluye la pronación o supinación de la pisada, el valgo o varo excesivo de rodilla, la rotación interna o externa excesivas en la cadera, la retroversión o anteversión pélvicas limitadas, el excesivo uso de la rotación espinal, o la pérdida de la coordinación del braceo por rigidez de la caja torácica, la limitación de la amplexión y amplexación que pueden condicionar apnea obstructiva del sueño o exacerbarla, el traslado del centro de gravedad de forma lateral de forma excesiva que lleva una marcha de panda, frecuentemente asociado a la anisometría pélvica, y el resumen de la disfunción en la marcha se puede apreciar en la coordinación del paciente, la fuerza muscular, la plena movilidad articular, que suele terminar condicionando disfunción cérvico-temporo-mandibular y explicar bruxismo, tinnitus y vértigos (después de descargar otras causas orgánicas) cervicales, incluso disfunción del nervio vago con estreñimiento o diarrea, poco comprendido. También se traduce en caídas, tropezones con facilidad, o incluso el traslado del centro de gravedad hacia la caja torácica para poder observar la superficie del suelo, provocando o exacerbando hipercifosis cervicales.
Neuropatías mixtas que pueden condicionar heridas de tipo neurotrófico, facilitar la infección o la cronificación, la realidad de muchos pacientes diabéticos o con problemas arteriales, venosos severos o linfáticos.
Pacientes con Lipedema, una enfermedad muy prevalente a nivel mundial, que tienen problemas mecánicos que pueden incluir anormalidades en la conformación de los arcos plantares tipo pie plano, colapso metatarsal con o sin hallux valgus o quintus varus, ortejos en garra, disfunción motora ortejal y metatarsal, pseudoarco alto por colapso metatarsal, en la conformación del tobillo que pueden incluir talus valgus, colapso astragalino, disfunción motora tibioastrágalocalcánea, en la rodilla lo más frecuente genu valgus, lo siguiente más frecuente genu varus de una y valgus de otra, en la cadera con coxartrosis, y en la columna con algún tipo o grado de espondiloartropatía, que muchas veces no se limita a las lumbares, sino compromete hasta las cervicales e incluso puede condicionar disfunción temporomandibular, que en raros casos incluso provocar disfunción vagal con estreñimiento o diarrea, bruxismo, con o sin potencial disfunción de trompa de Eustaquio que derive en vértigo o tinnitus cervical.
Entre muchas otras cosas más, que vamos comprendiendo
Los seres humanos somos los únicos homínidos capaces de posicionar los pies por debajo de todo el centro de gravedad del cuerpo, permitiéndole realizar una marcha más suave y eficiente, a través de movimientos regulares y repetitivos, los cuales dependen de un centro de control neural complejo (1).
Durante la marcha bipodal el peso del cuerpo es soportado de forma alternante por las extremidades inferiores, y más que un reflejo innato, la marcha es un proceso aprendido, por lo que cada persona muestra características propias que son determinadas por factores como la talla, el peso, sexo, longitud de las extremidades, simetría, integridad neurológica y capacidad muscular(1).
La posición erecta y la marcha son actividades complejas que requieren de la integridad del sistema musculoesquelético y del sistema nervioso. Normalmente la distribución del peso corporal se debe repartir de forma equitativa en ambas extremidades inferiores, y sobre cada una de las superficies plantares, 40% en el antepie y 60% en el retropie (2). La locomoción se define como la traslación del centro de gravedad, a través de un camino, con el menor consumo de energía posible, minimizando la posibilidad de la pérdida del equilibrio (1), de lo contrario se traducirá en un desgaste excesivo. Lo anterior depende de la flexión y extensión de la cadera, aunado a la rotación e inclinación pélvica, flexión de la rodilla, interacciones entre rodilla-tobillo, y desplazamiento lateral de la pelvis (1).
La pérdida de alguno, pero sobre todo de 2 de los componentes se traducirá en un exceso en el consumo de energía, con el subsecuente desgaste.
La secuencia de eventos necesaria para iniciar la ambulación se resumen en lo siguiente: registro y activación del comando de la marcha por el sistema nervioso central; transmisión de las señales de la marcha al sistema nervioso periférico, contracción de los músculos que provocan tensión; generación de las fuerzas y momentos a través de las articulaciones sinoviales; regulación de las fuerzas y momentos articulares por los segmentos esqueléticos rígidos basados en la antropometría; movimiento de los segmentos de una forma reconocida como la marcha funcional (1).
La biomecánica de la marcha es cada vez más importante entre distintas disciplinas como la ortopedia, fisioterapia, rehabilitación, neurología, incluso en la salud vascular.
Permite analizar la distribución de las presiones plantares a través de una plataforma de registro electrónico con múltiples sensores, para conocer las presiones que se ejercen en cada uno de los puntos de la superficie plantar, tanto en forma estática como dinámica, la superficie de carga, así como la línea que se forma desde el centro de gravedad o de empuje corporal.